Autoridades piden a las familias que dediquen más tiempo a la educación de sus hijos

Sucesos como los ocurridos el pasado septiembre en las fiestas patronales del municipio madrileño de Pozuelo de Alarcón, que acabaron con 20 jóvenes detenidos, siete de ellos menores de edad, diez policías heridos de diversa consideración y varios coches policiales quemados, además del intento de asalto a una comisaría, han vuelto a encender las alarmas de la opinión pública sobre la situación de los jóvenes.
El hecho de que esta batalla campal se produjera en uno de los municipios con mayor renta per cápita de España y que, según la policía, fuera originada por una ingesta masiva de alcohol, todavía preocupa más a expertos y políticos, muchos de los cuales han reabierto el debate sobre la presunta crisis de valores que afecta a la juventud. Autoridades como el Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, o el Defensor del Menor madrileño, Arturo Canalda, han reclamado a las familias que dediquen más tiempo a la educación de los jóvenes y menores, que se restablezca la disciplina en los centros de enseñanza, y que se trate de "educar en valores".

El propio ministro de Justicia, Francisco Caamaño, aborda el asunto en la entrevista que publica PERFILES en este número. El ministro cree que la educación de los jóvenes es una responsabilidad de todos los sectores sociales, y de esta manera afirma que "cada vez que un menor comete un grave delito estamos ante un fracaso de la propia sociedad, no sólo de la persona. Algo ocurre en los espacios públicos, en la educación, en la información, en la socialización, y la culpa no puede pesar sólo sobre quien todavía está formándose y creciendo". El debate, pues, continúa abierto.

Vía ||once.es