Chistes.-De taxista
Una anciana es invitada a la ciudad por su hija. Cuando llega a la estación toma un taxi para que la lleve a su destino. Durante el trayecto, el conductor saca cada cierto tiempo el brazo por la ventanilla en un gesto que la buena señora no acierta a comprender, al cabo de varias veces, le dice ella:
-¡Oiga, joven, haga el favor de no dejar el volante, ya le diré yo cuando llueve!.