Aproveche el momento de la poda para escoger esquejes, sin hojas pero con yemas, (mejor de una planta fuerte y fructífera) de aproximadamente 30-38 cm. de largo.
- Introdúzcalos en suelo húmedo y fértil dejando dos yemas por encima de la tierra.
- Una vez arraigados, plántelos en sus posiciones definitivas.