Las setas, en otoño
Las lluvias de otoño nos traen unos de los frutos propios de esta estación que son las setas. Esto anima a numerosas personas a salir al campo en busca de este manjar, pero es importantísimo saber distinguirlas, pues algunas pueden llegar a ser muy peligrosas.
Reseñamos algunos datos de importancia.
Debemos tener mucha PRECAUCION y olvidarnos de algunas reglas muy divulgadas que son FALSAS, como que:
Si se introduce un objeto de plata en el guiso y no varía su color, las setas son comestibles.
También es FALSO que si las conservamos en sal o vinagre, pierden su toxicidad.
La única "fórmula mágica" en cuanto a las setas, es el conocimiento. Y éste viene del exhaustivo estudio y la consulta con un especialista cuando sea necesario.
Las CARACTERISTICAS que permiten diferenciar inequívocamente unas setas de otras se refieren a datos sobre la forma, color y textura de sombrero y pie; forma en que se presente el himenio o parte fértil de la seta (laminillas, aguijones, púas...) disposición de las laminillas, como se unen al pié; presencia de volva, anillo o escamas sobre el sombrero... y por último, a una serie de sustancias reveladas a veces en el olor, pero que requieren en la mayoría de los casos la realización de algunas pruebas químicas.
Por ello nunca debemos basarnos en una comparación de la muestra con las fotos de algún libro. En caso de duda acudir siempre a un especialista.
También es importante seguir algunos CONSEJOS al cogerlas, de manera que se altere lo menos posible el ecosistema donde viven:
Debemos deshechar todas aquellas que nos ofrezcan alguna duda y los ejemplares agusanados.
Para transportarlas lo mejor es una cesta de mimbre que permita la aireación.
No rastrillar el suelo para buscarlas.
Cortarlas, sin arrancar con ellas el suelo de alrededor.
Dejar los ejemplares demasiado inmaduros, así como los más viejos.
No destrozar los ejemplares venenosos o desconocidos.
Conservarlas en el frigorífico y consumirlas en un plazo breve de tiempo pues se alteran fácilmente. Dependiendo de la variedad, se pueden congelar o secar.
No es conveniente lavarlas, al mojarlas pierden su aroma, lo mejor es frotarlas con un paño o rasparlas con un cuchillo.
Si sospechamos que estamos ante una INTOXICACION por setas, debemos, por supuesto, acudir urgentemente al médico o centro hospitalario.
Pero para ganar tiempo podemos:
Dar al enfermo agua o leche en abundancia, incluso aunque continúe vomitando.
Conservar también muestras del vómito.
Si es posible guardar alguna muestra del hongo comido.
