Chistes.-De motor
Un apasionado aficionado de los rallies va ensayando por
la ciudad a toda pastilla. Se salta tres semáforos en rojo
hasta que, inevitablemente, le
detiene un policía.
- Pero oiga, ¿es que no ha visto
la luz roja o que?
- Perdone, agente, pero es que
yo soy daltónico.
- Si, hombre. ¿Acaso intenta
hacerme creer que en Daltonia
no hay semáforos?