Pescado salvaje o de piscifactoría
Estudios de la (OCU) Organización de Consumidores y Usuarios, concluyen que es muy difícil, por no decir imposible, diferenciar el pescado salvaje de sus especies homólogas criadas en piscifactorías. La única diferencia notable es el precio, que resulta del 100% al 150% más caro en el caso de pescados "salvajes".
A primera vista no hay diferencia entre uno y otro, según el estudio. Sólo en el laboratorio puede certificarse de donde procede un ejemplar, a través del análisis de la cantidad y tipo de grasa.
Los pescados salvajes resultan algo más magros, y por lo tanto menos calóricos, también poseen una ligerísima diferencia en su textura, olor y sabor, apenas perceptible al paladar.