La poda de los setos

Podar en abril los setos, que aún no han comenzado a brotar o están echando sus primeras hojas nuevas, asegura su máxima tupidez y conservación de la forma. Hacer bien la poda es la manera más efectiva de mantenerlos siempre jóvenes.
Si usted quiere mantenerlos aseados e impedir que crezcan excesivamente, recórtelos todas las veces que haga falta.
La poda resulta necesaria porque cuando no interviene la mano del hombre, lo hace la naturaleza, como ocurre con las plantas silvestres que se renuevan periódicamente perdiendo ramas y formando nuevos brotes sanos y fuertes. No es el caso. Aquí usted tendrá que utilizar el recortasetos, ya que, de otro modo, llegaría un momento en que serían impenetrables y pronto se perdería el vigor de las plantas que lo componen. Tenga presente que un seto bien tallado, además de bello por sí mismo, constituye la mejor barrera natural contra los accidentes meteorológicos y las miradas no deseadas.

Además de todo esto la poda acelera la ramificación y permite la entrada de luz hasta los brotes y tallos. No hay mejor forma de controlar su crecimiento. Un error que muchas veces se comete es dejar que, de jóvenes, alcancen su altura definitiva antes de empezar a recortarlos. Esto puede tener un efecto desastroso en muchos setos de coníferas, que habrá que podar a madera vieja, incapaz ya de emitir brotes nuevos.

En general los setos informales se podan una vez al año, eliminando las ramas excesivamente largas o la madera muerta con tijeras de una mano. Si usted tiene arbustos con flor, corte la madera florida todos los años tras la floración. En los de especies de hoja pequeña (aligustre, boj o romero), utilice tijeras de dos manos, y en los de hoja grande (laurel...), tijeras de una mano o podaderas de dos manos. Al recortar modele hacia dentro los lados del seto, de modo que la base sea siempre más ancha que la parte superior.

Los llamados setos formales o decorativos (bajos o borduras) son los que dibujan formas geométricas enmarcando macizos de otras especies, diseños que se aprecian bien a vista de pájaro. Las mejores impresiones se consiguen con plantas densas de hojas pequeñas, como el boj, las aromáticas y el tejo. Para proporcionar un toque elegante a su jardín, atrévase a moldear sus macizos con estas espeies, manteniéndolos en todo momento bien perfilados.

Los setos como cortavientos deben medir entre 1,5 y 2 m. de altura. Ciprés de Arizona y Leyland, Haya y muchas otras especies le servirán para este cometido. En todos los casos, los setos naturales cumplen mejor la función recomendada que los materiales artificiales.
"Guía completa de la poda". P. Johns. Blume.

por dilam
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